Capilla San Rafael

La capilla nace como una necesidad de un espacio de calma y de celebración. Esto se traduce en la volumetría del proyecto; Una figura sólida de gran tamaño por afuera cubierta de ladrillo para enfatizar la grandeza y por dentro cubierta de paneles blancos para transmitir la calma.

El pasillo central se extiende a 5 metros de altura rematando en un gran vitral central con luz difusa proyectada sobre una escultórica cruz realizada en madera. Las luces colgantes están pensadas para generar una atmósfera cenital de paz y calma hacia el interior.

Por afuera, la capilla se extiende a una plaza, pensada para los grandes eventos, que se conecta por sus grandes puertas de ingreso y transparencia de sus vitrales laterales.